martes, 16 de septiembre de 2014

Ruinas del Tercer Reich


Todo pasó como él imaginara,
allá en el frente de Smolensk.
Y tú has envejecido -aunque sonrías
wie einst, Lili Marlen.

Nimbado por la niebla, igual que entonces,
surge ante mí tu rostro encantador
contra un fondo de carros de combate
y de cruces gamadas en la Place Vendôme.

En la barra del bar -ante una copa-
plantada como cimbel,
obscenamente tú sonríes.
A quién, Lili Marlen?

Por los rusos vencido y por los años,
aún el irritado corazón
te pide guerra. Y en las horas últimas
de soledad y alcohol,

enfurecida y flaca, con las uñas
destrozas el pespunte de tu guante negro,
tu viejo guante de manopla negro
con que al partir dijiste adiós.


Jaime Gil de Biedma

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