lunes, 30 de diciembre de 2013

Olímpicamente guarrovegas

Un dictador no se redime suicidándose. 
Pero algo es algo.

Mario Benedetti

Bastante honor ostenta el cerdo
como para que se considere a ciertos individuos con este pseudónimo.

Los cerdos       ¡son cerdos!.

No se puede extrapolar su nombre a ciertas personas,
menos bien                    
a esa gente.
menos bien
personajillos o personajillas.

¿Saben?.
Nací y me crié en la Extremadamente y dura comarca:

Me emociona observar a la cigüeña en pleno vuelo.
Siempre majestuosa e inconcusa,
reinventando el repertorio de sus alas,
planeando a la velocidad del giro de la tierra,
como si el suelo fuera imposible en su lógica,
sin pretender de los colores
para que lo bello
sea… bello

Por eso les pido que no llamen a esos personajillos          
cerdos
menos que personajillos,
hipócritas,               qué digo
miserables,              qué digo

Los cerdos no son farsantes
ni habitan las cloacas
no fomentan lo sórdido de este mundo;
(al menos eso es lo que me comentan)

¿Saben?
Nací y me crié en la Extremadamente y dura comarca:

 Me emociona la encina y su exuberante tronco.
 Su verde cálido y amable y nunca descolorido
 tiene la gentileza de regalarme un almabrazo
nada más pisar la Extremadamente
dura,
tierra.

Por eso les pido que no llamen a esos miserables              
cerdos.
Los cerdos no cabrean la tierra
y mucho menos la humanidad
pues poseen la aptitud y la circunstancia
de saber lo que son.


En cambio esos y esas miserables,
                                               hipócritas,
                                                             personajillos o personajillas,
                                               gente
…    personas

siguen salpicando su mierda sin enmendar tal gesto,
sabiendo, siempre sabiendo
en que dirección esparcirla.

Y ¡si!,  es cierto,
los cerdos escarban y gruñen
pero al menos
siguen teniendo el hocico y la tierra
unidos.
Nico de Brozas

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