sábado, 24 de noviembre de 2012

En la bañera

A ciegas, oculto y extravío.
No soy un pez.
¿Cómo sería morir aquí abajo?
En este acuerdo de agua
mi piel no es mi piel,
sudario de licor y néctar,
una mentira in-inteligible.
Soy transparencia.

Me he muerto.

Arriba
los azulejos sonríen mi ingravidez,
se burlan de mis ojos,
orbitan vacíos y locos
en ecos huidos, fugados,
hiriendo la sincorriente,
la conquietud.

Y veo más allá
-desde mi sepulcro de agua-:
El altillo donde guardo mis jabones,
las esencias,
tarros de cristal en otra frontera.

Y quiero ser pez, y
no puedo.
Y te quiero.
Y te quiero.
Pero regreso
para olvidarte nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario